domingo, 3 de marzo de 2019

Paréntesis XVIII


Tus manos nacen la noche
que no será para nosotros.
Tu alma esconde tu voz tras sus ojos.
Una ventana falsa nos delata,
un espejo nos mira.
Hay una silla, un escalón
y tu boca y la mía…besos.
Afuera una mentira
cuenta nuestra verdad
y la ciudad ignora nuestros cuerpos.
Un día dejaremos de conocernos,
no nos mentiremos
no nos buscaremos,
será como el ansia
de encontrar un objeto perdido.

Nos habremos lanzado
a amarnos por siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario