viernes, 11 de mayo de 2018

Paréntesis VII


He besado tus ojos
He pronunciado tu nombre
He visto tu deseo cuando duermo
y he tocado tu sombra
ayer en la mañana.
De tu barba ha nacido
una tristeza indomable
que tu boca ignora,
y en mis ojos un anhelo
que chapalea en el barro.
El infierno es el recuerdo
de aquello que no sucede
y la realidad
una llanura neutra e indiferente.
Mi corazón habita al borde de tus labios
y en mis manos descansa
tu única mirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario