Sólo
en el balcón
se escuchan las risas ahogadas
que agitan el cuarto
la mía
acercándome por detrás
acariciando el pelo
haciéndote sentir mis dedos
buscando el cuello
el vello encanecido del pecho
el sexo
una especie de deseo
desabotonador
te digo algo
que no podés entender
envuelto en la penumbra
del primer gemido
que penetra la mañana
y en la sangre agolpada
en un único punto
palpitante y morado
casi negro
abrís los ojos
al aguijón de un seno
que te apunta a los labios
y se niega
intentamos
singular posición de estiramiento
sobre un mar de piel-piel
otra especie de deseo: calculador
el ritual de las caricias
el frío de los pies
el calor de los labios
perseguir atrapar sostener
entre pliegues resbalosos
y ácidos
telas que se quejan
tabiques que se expanden
confusión de brazostorsos
de besosmanos
como cuerpos recién inventados
enmascarados inmóviles silenciados
en la fusión, esa dulceamarga
que agitan el cuarto
la mía
acercándome por detrás
acariciando el pelo
haciéndote sentir mis dedos
buscando el cuello
el vello encanecido del pecho
el sexo
una especie de deseo
desabotonador
te digo algo
que no podés entender
envuelto en la penumbra
del primer gemido
que penetra la mañana
y en la sangre agolpada
en un único punto
palpitante y morado
casi negro
abrís los ojos
al aguijón de un seno
que te apunta a los labios
y se niega
intentamos
singular posición de estiramiento
sobre un mar de piel-piel
otra especie de deseo: calculador
el ritual de las caricias
el frío de los pies
el calor de los labios
perseguir atrapar sostener
entre pliegues resbalosos
y ácidos
telas que se quejan
tabiques que se expanden
confusión de brazostorsos
de besosmanos
como cuerpos recién inventados
enmascarados inmóviles silenciados
en la fusión, esa dulceamarga
percepción
de los amantes.
de los amantes.
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