al misterio de tu presencia,
y tu sombra me cura los
fantasmas.
Absurdo estar no estando
cada uno en su sitio
y en medio el río
siempre el río
y te digo sin palabras
y te quiero sin decirlo
y te toco la fatiga
derramada
ayer nomás sobre las sábanas
y me quiero para quererte
aniquilado el presente
sepultado el pasado,
y en la oscuridad
y en el infierno
en el sueño y la pesadilla
tu boca me acuna
y la silueta de tu mano
sujeta la mía.
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